Capítulo 1: El día que la ciudad me cansó
- Hans Maldonado
- 22 hours ago
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Updated: 5 hours ago

“Mi vida cambió con la agricultura vertical” – Por Mateo
“Vivir rodeado de cemento no significa estar vivo.”
Bogotá.6:45 a.m.
El despertador suena, el café hierve, los carros pitan.
El mismo ciclo de siempre: trabajo, pantallas, entregas, cansancio.
Desde hace años vivo en un pequeño apartamento en Chapinero, con un balcón que apenas da para ver el gris de los edificios.
Y, sin embargo, siempre tuve esa sensación de vacío.
De estar rodeado de ruido, pero lejos de la vida.
Al principio no lo noté. Creí que era normal: el ritmo de la ciudad, la carrera profesional, las metas. Hasta que un día, sin buscarlo, me di cuenta de que había olvidado algo esencial: respirar con propósito.
🌱 La noche que todo cambió
Era un jueves cualquiera. Yo estaba sentado frente al computador, navegando sin pensar en las redes, buscando algo que no sabía qué era. Y de repente apareció una publicación que decía:“Agricultura vertical sin tierra: cultiva tus propios alimentos en casa.”
Me quedé mirando las imágenes: torres verdes, lechugas frescas, balcones llenos de vida. Por un instante, sentí una mezcla de curiosidad y nostalgia. Recordé las vacaciones en la finca de mis abuelos, el olor a tierra mojada, la calma que daba ver algo crecer.
Pero esto era diferente. No había tierra. Solo un sistema limpio, moderno, con agua y sustrato de coco. Parecía ciencia ficción… y, al mismo tiempo, una promesa de esperanza.
Esa noche no pude dormir. Busqué todo lo que encontré sobre Siembra Vertical, sobre cultivo sin tierra, sobre cómo la tecnología podía devolvernos algo tan humano como el acto de sembrar.
Y en medio de esa búsqueda, sentí algo que hacía mucho no sentía: inspiración.
🌿 Entre la curiosidad y el miedo
Lo primero que pensé fue: “Esto no es para mí. Yo no sé nada de agricultura. ”Pero luego me pregunté: “¿Y si sí puedo aprender?”
Me di cuenta de que ese pequeño balcón que siempre vi como un espacio inútil podía ser algo más: mi propio laboratorio de vida. Un lugar para reconectarme conmigo mismo.
El problema era el miedo. Miedo a fracasar, a invertir tiempo y dinero en algo que no funcionara. Miedo a probar y no saber cuidar lo que crece.
Sin embargo, había algo más fuerte que el miedo: la necesidad de cambio. Esa sensación interna de que si no hacía algo diferente, seguiría repitiendo los mismos días una y otra vez.
🍃 El primer pensamiento verde
Decidí escribir en una libreta una sola pregunta:
“¿Qué pasaría si volviera a sembrar?”
Fue un gesto pequeño, casi simbólico, pero marcó el inicio de mi transformación. Ese fue el día en que comencé a imaginar una vida distinta, más limpia, más consciente, más verde.
Y me prometí algo: Si lograba hacerlo —si realmente lograba cultivar mi propio alimento—, compartiría todo lo que aprendiera. Porque quizás allá afuera hay más personas como yo: profesionales agotados, desconectados, con el alma buscando tierra.
🥬 Cuando la lechuga se volvió símbolo
Mientras leía sobre agricultura vertical, me encontré con algo que me pareció casi poético: La lechuga romana era una de las plantas más fáciles para empezar a cultivar. Pero no fue por eso que la elegí.La elegí porque necesitaba ligereza. Porque sentía que mi vida estaba llena de peso, y quería comenzar con algo que me recordara lo contrario.
Al descubrir que la lechuga romana está llena de vitamina A y K, pensé: “Tal vez la naturaleza también sabe curar lo invisible.”
Desde ese momento, cada vez que veo una hoja verde, pienso en todo lo que puede representar: renacer, limpiar, comenzar otra vez.
🌿 Mi primer aprendizaje verde: A veces, sembrar no es solo poner una semilla. Es darte permiso de volver a crecer.
🌇 Un despertar hacia la innovación sostenible
En medio de mi búsqueda, entendí que la innovación sostenible no solo está en las grandes empresas o en los proyectos tecnológicos. También puede comenzar en el balcón de alguien que decide hacer algo distinto.
La agricultura vertical no es solo una tendencia:es una respuesta real a los problemas de espacio, agua y alimentación limpia. Una forma de demostrar que la tecnología puede estar al servicio de la vida, no al revés.
Esa noche cerré mi computador con una idea fija: Tenía que verlo con mis propios ojos.
Había leído que Siembra Vertical tenía una alianza con el Centro de Biosistemas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, donde se podía visitar un piloto del sistema Siver 6 con fresas.Y fue entonces cuando lo decidí: iba a ir.
🌿 Epílogo: lo que viene
No imaginaba que esa visita cambiaría todo. Que el sonido del agua circulando entre raíces y el brillo de una fresa recién cosechada me harían entender lo que realmente significa cultivar limpio.
Pero eso… te lo contaré en el próximo capítulo. 🍓
